TEOLOGIA YORUBA

La teología Yoruba radica fundamentalmente en un Dios unico, el cual creó todo lo que existe. De el partieron diferentes energías, que se encargan de cada detalle del Universo, estas son denominadas Irunmole y Orishas. En la teología Yoruba, primero, antes de uno nacer ya ha decidido que va a suceder en su vida, esto ocurre a través del Ori, quien decide cual será su objetivo primordial en la nueva vida que tendrá. Utilizando las diferentes energías del Universo, podemos lograr mas fácilmente el balance para llegar a ese objetivo final pre definido por nosotros mismos, esto es vivir la vida en balance, con salud, bienestar y felicidad. Ya hecho físico, el ser humano esta formado fundamentalmente por tres elementos: Emí (espíritu), Orí (alma) y Ará (cuerpo). El Emí y el Orí conviven dentro del Ará separados, Orí es aquel que tiene el aprendizaje y la sabiduría de otras encarnaciones, que se mantiene cerrado a la conciencia de la persona hasta sus muerte. El Emí es aquel que nos permite el diálogo interno, el que almacena recuerdos de esta encarnación y el que da un paso al costado en nuestra conciencia cuando incorporamos o montamos el Orisha, saliendo del Ará. Cuando morimos, Emí y Orí se hacen uno y dejan el Ará que se transformará en Okú o cuerpo muerto y ambos siendo una sola energía esperarán el destino que les depara, si volver al Aiyé convertido en eggun y esperar la Atùnwá (reencarnación), o si se les concede el Aragbá Orún (en camino al Orún), para posteriormente llegar al estado de Arà Orún (habitante del Orún) junto a los Orishas. Este estado solo se alcanza luego de varias reencarnaciones, hasta que al final Emí logra un estado lo suficientemente puro como para convertirse en Ará Orún. Todos los habitantes del Aiyé, de acuerdo a su comportamiento en su paso por la vida pueden ser considerados como omoluabí o ajogun. Los que transgredieron las leyes y tuvieron un comportamiento indigno durante su vida, se convierten en ajogun o espiritus oscuros, entre los cuales podemos mencionar a: Iku: La muerte. Rey de los ajogun. Arun: La enfermedad. Ofo: La avaricia. Epe: el odio. Ewon: el egoismo. Ofun: el abandono. Egba: La pereza, la soledad. Los omoluabi son los eggun quienes fueron dignos en su vida, pero que de cualquier manera cometieron alguna pequeña falta, son ellos considerados espiritus bondadosos y pueden ser parte de los ancestros adorados por la familia. Ialorisha Miriam ti Oya

Africa como fuente de inspiracion

Por Awo Fa’Lokun Fatunmbi Los medios y la cultura popular tienden a caracterizar a África como subdesarrollada culturalmente, supersticiosa espiritualmente e insignificante políticamente. Hasta la más superficial visión de la historia del mundo sugiere que estas actitudes negativas se basan más en la necesidad de justificar el colonialismo que en un fundamento histórico real. Las ciencias de la Genética y de la Antropología nos enseñan que la vida comenzó en el centro–este de África, en una región conocida actualmente como Etiopía. Entender quiénes somos y de dónde venimos es fundamental para saber cómo relacionarnos con otras personas, comunidades y naciones. Los registros geológicos demuestran que la cultura en Etiopía surgió antes de una gran inundación. Esta cultura se expandió desde el nacimiento del río Nilo, a través del norte de África, al sur de Europa y al actual Medio Oriente. Esta región es responsable del desarrollo de la cultura moderna, de la creación de la mayoría de los cultivos con los que hoy se alimenta al mundo, y de la crianza de casi todos los animales domésticos. Sólo esto es suficiente para hacer que África merezca ser venerada, recordada y respetada espiritualmente. En África hay un antiguo proverbio que dice que somos quienes somos debido al hecho de que nos sostenemos por encima de quienes vinieron antes que nosotros. Creo que esto es verdad para todos los descendientes de África. Y, si la ciencia no se equivoca, todos los que hoy estamos vivos descendemos de una única Eva africana. Esto suscita la siguiente interrogante: ¿Nosotros, como aldea global, vamos a reconocer nuestra herencia ancestral común, o vamos a seguir deificando a los dioses del nacionalismo como base para denigrar a otras culturas?. Desde el punto de vista espiritual hay claras evidencias históricas de que el Judaísmo surgió de las creencias monoteístas de Akanatón, un faraón africano que según algunos estudiosos parece haber sido el Moisés histórico. Akanatón era un descendiente de Tutmosés, cuyo nombre significaba “Aquél que vino desde el mar”. Ciertamente, las ideas metafísicas que por primera vez fueron registradas por escrito en las paredes de los templos egipcios son la base de todas las demás ideas que han ido apareciendo a lo largo de la historia. Algunas personas alegan que la cultura de Samaria es más antigua que la de Egipto, pero una revisión de los registros históricos de ambas culturas nos permite comprender que simplemente las dos evolucionaron paralelamente a partir de un mismo origen. Entender esta fuente común del desarrollo espiritual nos proporciona una metodología para afrontar la que yo creo es la idea más importante en el desarrollo de la conciencia humana. Hemos llegado a un punto, en la historia de la vida sobre este planeta, en el que la vida humana se encuentra amenazada por una idea religiosa distorsionada. Grandes cantidades de personas se han matado, y continúan haciéndolo, debido a su creencia de que su Dios es más importante que el de los demás. La evolución de la conciencia y la supervivencia de la vida humana exigen que desechemos esta idea y aceptemos la verdad de que nadie es capaz de entender completamente lo divino. La concepción de que Dios es un misterio inasible fue registrada por primera vez en África, como la base de la creencia mística de la gnosis, de la idea de que podemos experimentar lo divino pero nunca seremos capaces de comprender la total profundidad de la Creación. Si consideramos la importancia de África desde el punto de vista político, se hace claro que las últimas grandes reservas de recursos naturales se hallan en el continente africano. Como planeta, tenemos dos alternativas: podemos continuar peleando para controlar estos recursos, o podemos hallar un modo democrático de hacer que estos recursos estén disponibles para todo el mundo. Una manera de hacer esto es considerar el desarrollo de fuentes alternas de energía. Después de muchos años de estudio yo he llegado a la conclusión de que las pirámides de Giza eran máquinas diseñadas para generar energía eléctrica a partir de las vibraciones naturales de la tierra. Esto representa un uso sofisticado de los recursos naturales que la ciencia moderna apenas puede imaginar. En vez de iniciar guerras para luchar por recursos que algún día desaparecerán, deberíamos dedicarnos a estudiar cómo rescatar y poner en práctica la sabiduría de nuestros ancestros africanos.Iré. Iyamìoya

Afefé Ikù (Vendabal de muerte)

Iyamioya

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Iyamioya en Bahia de todos los Santos

Iyamioya en Bahia de todos los Santos